Puca Melloco y Quillu Melloco primeras variedades mejoradas de melloco para Ecuador

Abstract

El melloco en Ecuador ocupa el segundo lugar en importancia después de la papa. Es manejado en pequeñas superficies, formando asociaciones con cultivos como oca, haba, papa o quinua y en muy contadas ocasiones como monocultivo. El Programa de Cultivos Andinos del INIAP, luego de aproximadamente siete años de investigaciones en melloco, selecciono dos variedades: Puca-Melloco y Quillu Melloco. La variedad Puca-Melloco, fue recolectada en 1983 en la localidad de Pambamarca, parroquia Oton, cantón Cayambe, provincia de Pichincha. La variedad Quillu-Melloco, se obtuvo a partir de un clon recolectado en la parroquia Chillogallo, cantón Quito, provincia de Pichincha, en 1983. Se detalla sus principales características morfológicas, agronómicas y de adaptación, y las nutritivas y de calidad. Sus requerimientos ambientales de adaptación van de 2800 a 3800 msnm, su adaptación optima está entre los 3000 a 3400 msnm, de preferencia suelos franco arenosos, precipitación (mm/ano) de 800 a 1400 y una temperatura de 8 a 14 oC. Se recomienda sembrar de octubre a diciembre, estado de semilla tubérculos brotados, preparación del suelo arada, cruzada y surcada (tractor o yunta), rotación de cultivos haba-melloco, chocho-melloco, quinua-melloco, cereales-melloco, distancia entre surcos 80 a 100 cm, distancia entre plantas de 30 a 50 cm, profundidad de siembra de 3 a 6 cm, densidad de siembra 450 a 675 kg/ha (10 a 15 qq/ha). Fertilización con 50-80-30 kg NPK/ha (5 qq de 10-30-10, a la siembra y 1 qq de urea al aporque), o 5 toneladas de materia orgánica descompuesta a la siembra. Deshierba 30-60 dias, aporque a los 80 y 120 días (manual, yunta o mecánico). Las plagas más frecuentes son: gusano trozador al follaje (Agrotis sp), cutzo (Barotheus sp) al tubérculo, se puede controlarlos utilizando Sevin 600 g/ha o Curacron 800 cc/ha. Existen enfermedades que atacan esta especie pero por el momento no se ha encontrado daño económico. Se puede cosechar cuando la planta presenta envejecimiento general del follaje, labor que debe ser oportuna para evitar el verdeamiento de los tubérculos en el campo. Para el almacenamiento conservar los tubérculos, una vez cosechados, en sitios frescos a 10 oC y con una humedad relativa mínima de 70 por ciento y en un ambiente de penumbra. No es recomendable lavar los tubérculos para almacenarlos, ya que acelera el deterioro. Para su comercialización es conveniente realizar una selección, separando aquellos tubérculos enfermos y con plagas, con el fin de que el material no pierda precio en el mercado.